NIEBLA DE ENERO.




La niebla oculta la ciudad,
con su gris capa húmeda.
A medida que avanzo, puedo distinguir
la silueta de torres y edificios…
Las sombras de la gente, a lo lejos,
me son familiares; les veo a diario,
acercarse y alejarse.

La mujer bajita de pelo rizado y cigarro en mano,
el señor Juan con su perro negro,
más negro aún si cabe…

Cuando pasan por mi lado, les reconozco,
saludando con la cabeza.
El perfume a jazmín de Lorena,
es incuestionable, sus medio tacones
golpean el asfalto aún mojado de la noche,
y me confirman su cercanía.

El frío es acuciante como tu ausencia…

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

DOS AÑOS, POCA COSECHA.

AUSENCIA