CONJUROS Mi amiga Luisa, la bruja, me aconsejó que fuera al bosque y recogiera espliego y romero del bosque. Debe ser a las siete de la mañana, cuando amanece, y que por la noche me frotara el cuerpo con ellas. Eso me dará suerte con los hombres, perfumaré mi piel y además curará mis afecciones. Como le tengo mucha fe a Luisa, hoy he madrugado y he subido a Collserola, hasta la Font Moguera. A esas horas del domingo el bosque está solitario. Esa sensación me fascina, solo el silencio de la brisa matinal y los pájaros… Por el camino, he recordado otros tiempos, cuando mi amor y yo, subíamos con “Artax”, nuestro pastor belga, y hacíamos un alto en el camino, en la vieja encina, que aún resiste y cuyo tronco doblado, se ofrece como asiento para el descanso. Al llegar a la fuente, he bebido agua y me he lavado la cara. Ya de vuelta, me paré en la encina y recogí espliego ; más adelante, a unos veinte metros , vi unas matas de romero y las arranqué. Esta noche, he de