ANIMAL DE COSTUMBRES 2012

 

ANIMAL DE COSTUMBRES.

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No sé si Alberto se preocupa por la luna, yo sí… hoy es luna nueva.

 

A las 6,30 de la mañana, mientras orino, oigo al vecino de arriba tirar de la cadena del váter.

Luego preparo el café, que bebo de pie, en la cocina, como siempre.

Me visto.

Reviso si llevo las llaves en el bolsillo, y salgo a andar.

Hace un sol radiante, acaba de salir tras las montañas de Santa Coloma…

Hoy es el último día de primavera.

La Plaza Roja, solo tiene tres vecinos, que ligeros, van a pillar el tren hacia el trabajo.

Después, el camino transcurre paralelo a la vía del tren.

Hay una mujer china de unos cincuenta años que vuelve , vestida de chándal rojo y en zapatillas, va rápida, sudando y sin mirar…

Al cabo de unos metros, me cruzo con un pakistaní, lleva una mochila y un mono de trabajo blanco, manchado de pintura roja; se para en la fuente a beber agua. Seguro que viene andando desde la Trini, o vete a saber.

Hay dos tipos que van en bici; en vez de ir por la carretera que tiene alguna curva, optan por la acera, ya que es más recta. Van a pillar el tren, a Manresa , o Terrassa….

En la acera de enfrente, junto a las casitas de TorreBaró, hay una parada de bus; siempre hay un chaval  de unos 20 años,con síndrome de down, que espera, y canta canciones que se inventa…nos miramos, y me sonríe agitando la mano.

Al llegar al semáforo de la Trini, junto al Colegio, y después de haber hecho la mitad del camino, me doy la vuelta.

A unos metros, veo a Miguel, uno de los yonquis del barrio. Es muy conocido. Huele a colonia demasiado fuerte, se la pone para matar otros olores, supongo. Con su media melena, su mirada al suelo, y flaco, muy flaco…la chaqueta negra colgando en el hombro derecho, el calor empieza a apretar. Es un asiduo,  va a por la dosis de metadona.

Más adelante, a mitad del recorrido, pasa una mujer de mi edad, teñida de rubio, con un vestido estampado, de flores azules y amarillas, muy pequeñitas. Va a paso ligero, y eso que lleva chanclas. Siempre me pregunto, cómo puede andar a esa velocidad y con ese calzado. Debe ser cosa de la edad y la costumbre…

Llegando a la estación, una nube de adolescentes, con los apuntes en la mano, van camino del Instituto; seguro que tienen examen, se les nota en la cara, medio preocupada y muy concentrados.

Hay un grupo de chicas pakistaníes, llevan  con orgullo, sus velos y vestidos, de un azul rabioso, naranja con lentejuelas brillando al sol.

Sus negras miradas, irradian belleza…

 Unos metros más a tras un muchacho autóctono, con sus pantalones piratas, su camiseta del Barça, y sus deportivas, anda sin ganas, mirándose la hoja de papel , intentando memorizar el texto.

Ya en la estación, Carlos, que vende los billetes, está fuera en la calle sonriéndome, como siempre, fumándose un cigarrillo. Su hermano le sustituye en la ventanilla.

Me tomo un café, con el cuerpo empapado en sudor, relajada y feliz.

Me encuentro de nuevo, con la vida cotidiana; los mismos ritmos, la misma gente, haciendo lo mismo cada día.

Las mismas costumbres, los mismos anhelos, iguales suspiros, iguales decepciones, sobre todo.

¡Lo único distinto, quizá sea el alma…! O ni eso.

Comentarios

Entradas populares de este blog

AUSENCIA

DOS AÑOS, POCA COSECHA.