CARPE DIEM CAPITULO 15

 Capítulo 15


Las vacaciones, lejos de ser días alegres y esperados, resultaban un castigo. Había que ir al pueblo, y en la masía familiar, debíamos soportar, no solo a la abuela, cada día, sino al resto de familiares, que se presentaban sin avisar, y dispuestos a amargar la existencia de sus habitantes.
La madre de Fernandina, soportaba con estoicidad admirable, los vendavales y disputas de los que tan a menudo hacían gala los tíos, tías y demás familia, llenando de malestar y dolor, los días, mal llamados ,de estío y fiesta.
Fernandina, huía con sus hermanos más pequeños, a coger uvas y avellanas a los campos vecinos, o iban al río a bañarse. Cualquier cosa , antes que soportar un minuto más en el interior de la casa.
A veces, resultaba un infierno.

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