CARPE DIEM CAPITULO 22

 Capítulo 22


De cualquier forma, el hecho de arrastrar los pies cuando anda, es una expresión inequívoca de la indolencia y abandono en el que la nieta se había sumido.
Acompañado de suspiros profundos y matinales, la convertían en un personaje extraño, e irremediablemente lejano.
La realidad la dejaba cada vez más insensible, no le emocionaban los contenidos y sucesos informativos, fueran o no impactantes. Se la traía floja la humanidad.
Debido a los palos recibidos y a la infamia, en sus escasos dieciséis años, había construido un duro caparazón de supervivencia tortuguíl , que impedía entrar o salir nada.
De esa guisa, resultaban comprensibles, sus movimientos y pensamientos, maquinados a conciencia, premeditados, alevosos…
Nada quedaba al azar.
Solo las tormentas y el amanecer.

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