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Mostrando entradas de septiembre, 2020

LUNA CRECIENTE

La luna creciente va por el camino más ancho y quién sabe dónde irá. La luna creciente llora porque al amor añora. La luna creciente, ay!! ya no duerme ahora solo enamora.    

A PESAR DE LA LEJANÍA

  Cuando todo está perdido no tengo nada que perder. Entonces todo es posible… Estaba pensando en tu corazón de terciopelo. Soñando palabras nuevas imaginándote de nuevo. A pesar de la lejanía.  

MUJER ESPECIAL

  A ti, mujer especial; una mezcla de violenta ternura, generosa en besos y   caricias… con letra pequeña, escribiendo en mi piel poemas sin nombre. Esta noche te hice una cena especial; quiero estar contigo.

ENTRE SUEÑOS.

  Hay entre sueños barandas de terciopelo, en el puente de tu cielo de tu cara y en tus dedos… el vuelo de tu mirada. Los besos que me das me traen lunas lejanas llenándome de placer gimiendo por la mañana.

ANOCHECE

  Sentirás como yo siento , mi manos sobre tu cara. Llorarás como yo lloro, dos almas que se separan. Andarás como yo ando, caminos que se desandan. Besarás como yo beso, los labios que se derraman. Mirarás como yo miro, tus ojos que no se acaban. Anochece. Mi alma es una gota de agua de que resbala por el cristal de tu ventana. Londres 1973

A SIMON KENRICK

A Simon Kenrick. Mi adiós será difícil Porque la tarde es dulce, y tus ojos… Holland Park, en tus manos , mi cuerpo se estremece, Como las hojas bajo la lluvia. ¿Cómo no sentir necesidad de ti?. Todo pasa menos tu alma, menos tus ojos. Menos la lluvia de tu cuerpo. Recordaré las esquinas del sol a media tarde, y el primer adiós después de tu cuerpo. Te siento como el sol; en las esquinas de la tarde. Portobello. La fuerza. Ya no me quiero ir, y me voy. Porque no me quiero cansar de ti, sino desearte siempre. Todos los sábados por la tarde de mi vida. No puede ser, tus ojos, no puede ser. Son tu alma. ¡Te amo¡  LONDRES 1973  

COPIOSAMENTE

  Copiosamente tú   sin paliativos llueve… copiosamente ausentes, sin ortografía. La lluvia, huele   tu nombre, lo dice en silencio. Copiosamente tú…  

LA LUNA

  Qué dulce mira la luna pasea… qué redonda la alegría cuando tus ojos ondean. Subiré las escaleras por oír tu voz,   tan mía…

TU MIRADA

Vislumbro tu mirada  por la orilla derecha de tus gafas de sol…    

ÁRBOL

Había tanto silencio, que oí las hojas cayendo del árbol.