OLAS

Miles de sueños, Arranca la noche En la duermevela Abuela. Miles de lágrimas, Que quitan la rima, Que sin fin se arrima. Huele que duele El perfume antiguo de tu piel de seda; Tengo una moneda que rueda y se escapa  por tu solapa. Solapadamente, mi voz se desliza y escribe con tiza  En el corazón… Que te ama,  lamiéndote…    

  LOS OLORES DE MI INFANCIA Huele a caramelo de naranja, a geranio, A mantequilla   y moscatel. A colegio, a libreta, lápiz y goma A tintero, plumilla , y a patio. Huele a caldo y vino, A mamá. A muñeca, ajo, rosas, menta y limón. Huele a risas, lágrimas y   a la colonia del abuelo. Huele a paseos por el parque… Después de la lluvia de otoño. Huele a muchas cosas,   que ahora recuerdo…

  Mi amiga Dorotea, se restregaba el jazmín por las tetas, para perfumarlas. Ella sabía... Y amanece.

  Hablo conmigo misma, ensimismada, como un lagarto al sol.

  Frágiles Sutilmente desnudos, Ciertamente indefensos, Humanos.

  A cinco pasos de tu ventana, el humo del cigarro, señala el camino. A cinco pasos del amor, tu cuerpo difumina el beso; de los muchos que nos dimos. Ese infame deseo que domina el aire y nos sostiene a pesar de todo.

  Peleo con las palabras, como el Quijote molinos. Me dominan, las domino... Al final del día, nos reconciliamos.  

  El corazón del sol. brilla entre tus dedos, dándome placer. Y las tristezas se apagan...

  Esa hora tibia de la tarde, en que solo se entiende el beso y la caricia. Esa hora en que el té con ron, estimula y calienta. Esa hora dulce en que todo es posible, por tu piel, tan cercana…

  Su lado femenino, se ponía collares y pendientes: ¿ o eran sus caricias...? No sé, esos gestos, decían mucho de él. Y me gustaba.  

  Lágrimas azules Llenan el paisaje   De mis ojos tristes. Llueven en el alma Voces sin repuesta. Los mudos silencios Viajan por el aire Buscando el mar… Y la luna mira Y la luna rueda, Se va.

  Andar, correr, volar Con un silencio rabioso Entre los dientes.

  Cuando el corazón Quiere hablar, Y no debería… Lo mejor es el silencio.