OLAS

Soñé que perdí un poema y estaba lejos de casa. Soñé que te perdí a ti, eso es lo que me pasa… En esas noches de insomnio, cuando las dudas me invaden. Solo la luna me mira, lo sabe  y ella me calma…  

    Siento la oscura dicha de estar viva…

En el parque de Sant Andreu, vi doscientas palomas hambrientas; no las “dos oscuras” de Lorca. Cambió mucho el poema, Y nosotros. “Por la rama del laurel, vi dos palomas oscuras, la una era a la otra y la dos eran ninguna…”      

¿Qué era antes, el tiempo o la palabra? ¿O era el viento…?  

  Luna oculta en mi pensamiento, redonda te amo. Luna , excusa en el viento, ven a mi lado, te siento… Luna cercana,   y el tiempo.

La luna de Federico, Se oculta por las esquinas, Buscando calor y abrigo. La luna que tiene frío, Anda buscando un amigo, Y Federico la sabe, sueña por lo que te digo…  

  Luna de agosto redonda en tu patio se pasea. Luna mía, me rodea, con su cara de alegría, sonreía… Luna de agosto amarilla te compré una sombrilla por un beso que me des. Amor, te sueño en la orilla; por si vienes y me ves…    

  Desde las mismas nubes, mis ojos mirando; no son de antaño, solo  recuerdo. Ellas tampoco. La piel y el beso…  

  Hay una luna menguante y hermosa. En tu corazón se posa cual mariposa… Hace tic-tac, como un reloj y amanece detrás de las cortinas, para besarte, la noche escribe esperando el día.

Me salva de la muerte, la rutina de la vida; despejando incógnitas...

Poesía oral, es la palabra hecha carne. 

  LA FÁBRICA DE LÁGRIMAS. Mariana, lloraba por nada, a veces de pena, otras de alegría. No había día sin lágrimas. Los médicos no encontraban respuesta. Ella guardaba las lágrimas en cajitas de cristal de dos centímetros, por si algún día le faltaban, o para prestarlas a quien no tuviera. Era generosa, le agradaba ayudar a los demás.  

Guardaba el corazón en el armario del extintor; será para que no se queme. Menuda paradoja, el mejor tesoro, oculto en el lugar menos previsible. ¿Quién lo va a buscar ahí?    

  Cuando la tocas con tus manos cálidas, la luna de chocolate, se derrite. Cuando la miras y la besas, brilla en mi noche,   y canta.

Se limpia el corazón a besos. Te lo juro, no hay quien pueda con ellos…  

  La poesía me salva, Me seduce, me conduce Me guía me libera. Es quimera y fiera, Efímera, candente, decadente Ligera, lisonjera, ciruela, Racimo de uva, Sonrisa, pez, Beso y vaso de agua. Retama, perfume, madreselva, Miel , lagartija, sonrisa, Sortija, elefante, Salvadora, dulce Salvaje, Caricia, mirada Lágrima, abrazo… ¡Y qué sé yo!  

PRIMAVERA 1964   Teníamos quince años, saltábamos los muros de la torre, para escondernos en el jardín abandonado, y besarnos. No importaban las media rotas, ni el uniforme del cole. Las monjas no sabrían nada. Hacíamos novillos. Todo por un beso en la boca. Los padres lo ignoraban... Fue el primer beso. El se llamaba Angel. S. Mi amiga y yo, lo teníamos claro, ellos también. El cuarteto salvaje, hacía lo que fuese por una aventura.