OLAS

Nadie me protege de las palabras… Por eso las amo.  

  Solo la carencia tiene versos, me haces falta. Se parecen a ti las palabras que escribo; tienen la cadencia, el ritmo del aire y acaricias la rima de los días. Perteneces al sueño que se columpia en mis manos esta tarde.

  CUENTO DE NAVIDAD. Me encontré a Manolo, un vecino culé, iba a comprar ratones para la serpiente de su hijo. No sé si la serpiente es su hijo, o a la inversa. Buen encuentro... Nos felicitamos el año... Yo pensé en la serpiente. ¿Pondrá huevos este año?

  A las cuatro de la mañana los borrachos post-navideños gritan sus penas en las calles de mi barrio. Yo, despierta les escribo…

    Oye mar! Cómo te siento, Bravo a veces Otras tierno, Oye mar¡, cómo te quiero.!  

 TU BESO DE MEDIO SEGUNDO Cruzo mis manos, para no tener frío. Mi cuerpo está ardiendo, me has contagiado tu timidez. Yo, que siempre presumo de lo contrario. El poder de tu voz, hablando de antes, de después, de ellos. Soy tu oyente y cómplice. Me llenas de silencios, ternura, de adiós. Hasta luego. Estás ahí, aunque no estás. Con tu mirada que huye , por no encontrarse con la mía. Tu mano que huye, por no coger la mía. Tu beso de medio segundo, y medio labio. Tu gesto. Sé que es así, no veo otra manera de cambiar las cosas. Eso duele, produce desasosiego. El corazón se descompone por segundos, en trocitos cada vez más pequeños. Pero sigue latiendo. Tu lo sabes. No me lo digas, haz como siempre. Lléname de tu silencio.

  Mar silencio, mar sonrisa, mar adiós, mar de besos, mar de harina, mar de manos, mar de fuego, mar de amores, mar de niños y mayores, mar de pájaros y peces… mar de perros y tristezas. Mar de sueño mar de sal olas al viento. Mar al fin, de sentimiento…    

  DICIEMBRE 2024 5 am. Dibujaré mi dolor Como una jota rapera, Con flores y de colores Amores y desamores, Riman lamiendo la tarde Los sueños y sinsabores. No cantan los ruiseñores. Tiemblan tinieblas , olores. De noche sientes horrores. Dolores a cal y canto. Silencios, miedos y besos. Sueños sin dueño, risueños , sin mirar. Oscuros; lamiendo terribles Los túneles negros, Sin ti, ni llorar… Rimar, amar, suspirar. Lograr que el tiempo se pare. Sin manos Sin frenos van mis palabras, Sin tinta, secándose en la pared… Quedaron sin talismán.

Amanece ese mar que me estremece. Nubes que ocultan el sol, nubes de luz y color. No es tiempo de poetas, acaso tiemblan de amor…  

  Por el mar calma y sosiego. Por el mar hay un te quiero… siempre que me duele vengo y solo encuentro silencio y solo encuentro sosiego.

  Tú, Amanece. Tú y yo, amanece. Nosotros tampoco. Amanece…

  La soledad   no es estar solo, es otra cosa…

Columpio de ausencias en tierra de nadie. Vacía la tarde Y mi piel , busca tu luna menguante. Columpio de ausencias sin rima sin besos y versos sin fin…  

  En la puerta de tu alma como sabia resbalando por el árbol… en la mirada,   tus manos soñadoras acariciando el recuerdo. Donde la voz toma parte Y se queja, gimiendo lunas y tardes por la escalera de tu piel.

  Entre sueños mis caricias. Entre las olas tus manos… Entretelas nubes blancas. Entra y sale el corazón, que me subo las enaguas. Por tu sonrisa ambulante, entre   sueños nos movemos, por las oscuras barandas de la ciudad que nos traga imperdonable y aciaga.

Hay tanta intensidad en lo que pienso, que diez minutos han sido una eternidad!    

Escribe aunque duelan las manos las uñas, las dudas, las dunas y el alma. Escribe aunque sangres, y por eso…  

  Mi luna asomando, en la esquina del balcón de plastilina… sonriente, la creciente, me da la mano sus caricias… Y los cristales se deshacen mirándola.