Navidad se escribe en minúscula. Tres años después Seguía siendo cierto, Ya no éramos Las mismas viejas y viudas, Habían muerto Solo quedaba yo. Esta vez, a las ocho de la mañana Había en el bar, Cuatro policías desayunando, Y yo. La ciudad dormía, gris y desierta, El campanario de la Iglesia de Sant Andreu, Tocaba las ocho, el chino, Sigue llevándose las cinco barras de pan Y los cruasanes, La luna sigue brillando, Impávida y menguante. Después del café, me llevé cinco ensaimadas y el pan Para los míos, que aun dormían. Los mismos rituales, a pesar del tiempo, Que por cierto, ¡Vuela¡