MECIÉNDONOS...
Meciéndonos en la tarde
azul y gris,
meciéndome tu voz,
el alma por la piel,
los besos.
Se mueven las palabras,
mirándonos.
Miradas que el deseo,
ya no puede evitar.
Meciéndonos el grito,
y luego se oye el mar…!
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