NIEBLA DE ENERO.
La niebla oculta la
ciudad,
con su gris capa húmeda.
A medida que avanzo,
puedo distinguir
la silueta de torres y
edificios…
Las sombras de la
gente, a lo lejos,
me son familiares; les
veo a diario,
acercarse y alejarse.
La mujer bajita de pelo
rizado y cigarro en mano,
el señor Juan con su perro
negro,
más negro aún si cabe…
Cuando pasan por mi
lado, les reconozco,
saludando con la
cabeza.
El perfume a jazmín de
Lorena,
es incuestionable, sus
medio tacones
golpean el asfalto aún
mojado de la noche,
y me confirman su
cercanía.
El frío es acuciante
como tu ausencia…
Es algo diferente a tu poética habitual, son versos, quizá más reposados. De cualquier manera es un hermoso poema.
ResponderEliminarGracias Juan Manuel. Celebro que te agrade.
ResponderEliminarUn abrazo.