EL RELOJ SE DORMÍA...
El reloj se dormía en tus ojos tristes,
como el aire en el columpio vacío.
No esperabas nada,
yo, a veces tampoco.
Despacio, la voz se esparcía,
como el viento de levante, cálido y húmedo,
inundando mi espacio, los oídos, los silencios…
Escucho con atención lo que me cuentas,
porque llenas de sabiduría y ternura,
el vacío; y el dolor se va ,parece que no está,
o quizá se oculta a esperar.
Ciertamente hay momentos en el que se para todo...
ResponderEliminarFeliz 2016 !