RELATOS CONFINADOS, DIA 16
DIA 16. (RELATOS CONFINADOS)
He de enfrentarme al teclado del portátil como sea, cual a un animal salvaje, un leopardo por ejemplo.
Es una cuestión práctica, de ahorro de energía y tiempo, pero con la que está cayendo, lo que sobra es tiempo. En fin , lo intentaré; de momento solo es una declaración de intenciones;porque son las 5 de la mañana, y estoy escribiendo a mano, en la cama. Al paso que voy, me quedaré sin bolis y sin cuadernos, y con la tienda de los chinos cerrada, no sé yo donde encontraré esos utensilios tan necesarios para mi… en este tiempo de reclusión y pandemia.
A lo mejor en el kiosko. Maldito virus! Menos mal que aún me quedan media docena de lápices , y a malas, rendirme a la fiera y agarrar el teclado por banda, peleándome con él a pecho descubierto. Al final le ganaré la partida. Querido Leopardo.
He de enfrentarme al teclado del portátil como sea, cual a un animal salvaje, un leopardo por ejemplo.
Es una cuestión práctica, de ahorro de energía y tiempo, pero con la que está cayendo, lo que sobra es tiempo. En fin , lo intentaré; de momento solo es una declaración de intenciones;porque son las 5 de la mañana, y estoy escribiendo a mano, en la cama. Al paso que voy, me quedaré sin bolis y sin cuadernos, y con la tienda de los chinos cerrada, no sé yo donde encontraré esos utensilios tan necesarios para mi… en este tiempo de reclusión y pandemia.
A lo mejor en el kiosko. Maldito virus! Menos mal que aún me quedan media docena de lápices , y a malas, rendirme a la fiera y agarrar el teclado por banda, peleándome con él a pecho descubierto. Al final le ganaré la partida. Querido Leopardo.
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