RELATOS CONFINADOS 41
Son las 5 de la
mañana y estoy hasta el potorro de tanto encierro y tanta pandemia, he perdido
la cuenta del día en que empezó esta pesadilla; me voy a mear y a leer a
Robinson Crusoe.
En el Súper , las
estanterías del papel higiénico están vacías. Cojo un paquete de servilletas de
papel; no porque tenga invitados, eso es imposible, es para limpiarme el culo
con ellas, a falta de otra cosa, ja,ja,ja,!
Los” policías de
balcón”, cuentan las veces que el vecino sale con el perro, y si son más de
tres, le llaman la atención y se chivan a la poli. Los hay hasta con
prismáticos.
Hay que ver lo que hace el aburrimiento y la envidia. Saca lo peor
de nosotros , menos mal que son pocos.
Incluso se meten con
una madre que sale con un niño autista, que por prescripción médica ha de salir
un rato a la calle.
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