RELATOS CONFINADOS. 80
Después de todo, solo
queda el deseo, de tocarte, besarte, acariciarte, compartir gemidos, palabras y
una cena. Luego despedirnos, hasta que de nuevo me llames.
Parece poco, pero
suficiente.
Cuánto hecho de menos
esa rutina tan corta…
Solo dos horas a la
semana, pero me llena tanto!
Comentarios
Publicar un comentario