RELATOS CONFINADOS. 82
Ochenta días, mil
palabras, tantos deseos…
Ochenta diluvios en
mis ojos, buscándote.
Tantos sueños, más
pesadillas.
Alguna sonrisa, un
saludo… sobre todo , silencio.
Ochenta noches,
más quisiera besos.
Cuando amanece , me
toco la cara
y por el momento
finjo ser yo; un pájaro que se enjauló.
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