RELATOS CONFINADOS. 84
Mascarillas, mordazas
a la sonrisa.
Llueven deseos como
las notas del piano entre los dedos.
Sonríen las bocas
tapadas, en sus ojos se adivina el mundo.
Si los pájaros tuvieran que llevar
mascarilla, la vida sería inmensamente triste, sin sus trinos…
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