RELATOS CONFINADOS.57
El ritual del aplauso
y la cazuela en el balcón, cada día a las 20h. es como un mantra, un canto a la
vida y la esperanza. Si lo pudiéramos hacer todos en la plaza del barrio, sería
una gran manifestación.
Sicológicamente nos ayuda a saber que estamos ahí, a
pesar del encierro, estamos juntos, unidos, nos hacemos oír, con la música,
trompetas, petardos, aplausos, luces de móvil y cazuelas.
Mientras todos
salgamos al balcón, significa que seguimos vivos, compartimos el sonido de la
vida con nuestros gestos.
Aún no nos hemos ido.
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