RELATOS CONFINADOS. 92
La primera cerveza que
tomo en una terraza de Sant Andreu , después de dos meses y medio confinada, es
con mi nieto Pol.
El se toma un refresco de limón y una bolsa de patatas.
Hay
tanta quietud y silencio que un jilguero se pose en una de las sillas,
esperando que le demos comida. A mi nieto le falta tiempo para coger dos
patatas y ponérselas lo más cerca posible, esperando que él se acerque…pero oh,
sorpresa! al moverse, el pájaro echó a volar.
Nos tiene miedo Pol,
somos muy salvajes para él.
Brindamos por nuestra
salud, nuestro amor y la ternura…
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