PARAGUAS
PARAGUAS.
Cada vez que vienen a verme los amigos ,
y llueve, olvidan el paraguas.
Con lo cual, al cabo del tiempo, me hice
con gran cantidad de ellos.
Do variopintos colores y distintos
tamaños; plegables, no plegables, con empuñadura, sin ella, grandes, pequeños,
de " los chinos," o de los caros.
Recuerdo que me dejé uno, en un banco de
la estación de Sants. La verdad, me dolió, le tenía mucho cariño, era de los
buenos, de color azul. Habíamos vivido muchas cosas juntos.
He de decir que los olvidos en mi casa,
se debían a que al cabo de unas horas dejaba de llover, de lo contrario
hubiesen vuelto a buscarlos.
Con el tiempo, hice tal acopio de ellos,
que abrí una tienda de paraguas bastante singular, y con mucha clientela.
Hay que ver lo que hace la depresión atmosférica.
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