DESPUÉS DEL DILUVIO 1992-93
Amor hermoso,
Permaneces en las paredes de mi cuerpo.
Resbalan húmedas,
Las manos por mi piel.
Llenas de miel,
Tan cálidas...
Se interrumpe la voz y el pensamiento.
Solo por sentir...
Queda el olor de tinta.
El incienso se ha consumido.
A penas la arena toca el límite de nuestra
piel,
Que se desliza por las aristas de cristal.
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