DESPUÉS DEL DILUVIO 1993

 

Los hombres son árboles.

Los árboles ,  hombres si rostro.

 

Como el viento.

 

El viento son los hombres que miran.

Ruidos familiarmente ausentes.

 

Plateadas posibilidades.

El azul tiende sus amorosos brazos.

 

Olvidos imposibles,

Besando estrellas en la noche oscura.

 

 

Sus  voces lejanas, tiemblan, Lloran.

 

 

Después, muy lejos,

Oigo el lenguaje amarillo de las mujeres.

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