CARPE DIEM CAPITULO 44
Capítulo 44
Sólo falta que la luna,
se me ponga en plan gatuna.
Y que le dé unos azotes,
con cariño.
Un monigote de feria,
en el espejo me veo,
y casi no me lo creo…
Así escribía Fernandina, afectada como estaba, por la luna llena, que asomaba en su balcón. Regalándole sus bellos y tristes rayos.
Le despertaba el instinto, medio felino, medio asesino.
Menos mal que la poesía calma a las fieras.
Le encantaba desnudarse por dentro y por fuera. Era una de sus actividades preferidas.
El sábado, un amigo íntimo, Asur de el Cairo, que trabajaba de funcionario en la embajada de su país, la invitó a una comida de cumpleaños.
La sorpresa fue, que sólo habían hombres ; cuatro, para ser exactos. Cesar, escritor y músico, Miguel, fotógrafo, y Robert, diseñador y bisexual. Todos más jóvenes que ella¡¡¡
Lejos de sentirse cohibida, pensó en las mil y una maneras de darles caña.
¡Qué oscuras razones había en Asur, para invitarla a ella …?
¿Tendría ella suficiente energía y aguante?
Quería probarlos a todos, una orgía sexual….y que se enrollasen entre ellos.
Le apetecía mucho. Llevaban todos mucho tiempo de hambre.
Es cierto que su imaginación es poderosa, al igual que su experiencia.
Quizás era exagerado, montárselo con cuatro.
Así que el más cohibido, fue desfilando por la puerta de salida, como si fuera un resorte mágico.
Los tres más atrevidos, empezaron a desnudarla, despacito, mientras la acariciaban y besaban, el cuello, los pechos, la boca…
¡La pusieron a cien¡
Cuando notaron que estaba húmeda , a punto, la penetraron, uno, otro, otro, así sucesivamente, con suavidad¡
Desde la ventana, la luna llena observaba …
Se portaron como verdaderos machos, con algunos escarceos homosexuales, que la excitaron más si cabe..
Llegó al orgasmo unas cuantas veces. Ellos también.
Transcurrieron infinitas las horas de la tarde. Era noche cerrada, cuando exhaustos se sentaron de nuevo en la mesa; apurando los restos del pastel de frutas del bosque, y los últimos tragos de ron , que olvidaron en las copas.
Se despidieron efusivamente.
Fernandina, al llegar a casa, se puso a escribir.
Comentarios
Publicar un comentario