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Mostrando entradas de octubre, 2024

MELANCOLIA 2017

MARISA   En la fuente se oye el caer del agua, en la luna de tu enagua, el amor se fragua… Ven , está amaneciendo.  

MELANCOLIA 2017

  Amor deshilachado, deshojado, desmadejado; pero amor… Amor en diminutivo, en pasado, en futuro, en presente de indicativo. En el pensamiento, en el árbol, en la mantequilla, en los besos, del corazón. Amor de mar y peces. Amor de ti, de piel y caricia. Amor deshilachado, pero al fin, amor.  

LLUVIA 2024

  En la arena mojada del parque, solo sé dibujar tu nombre...

MELANCOLIA 2017

  Luna caricia, luna señuelo, luna aguacero, luna corazón azul luna te quiero, luna entre sueños...   En mis noches , te presiento. (Eres mi luna. Y lo sabes...)  

MELANCOLIA 2017

Y mi corazón temblaba, asomándose a tu alma, esparramado…    

MELANCOLIA 2017

  Sonrisas de miel, en una noche de marzo,   y el viento. Creciente, la luna, ilumina la piel y los besos que nos damos, amando , el deseo en tus manos. Y el tiempo…

CARPE DIEM CAPITULO 50

  Capitulo 52   Fernandina siguió   sus pasos hacia el abismo, llenándose   de lunas, aventuras y poemas. La rutina, la cotidianidad, formaban parte de su vida, como si de un caparazón, una mascara se tratara. Se repetían las ilusiones, aciertos, fracasos. Con el paso de los años, sus carnes se fueron ajando. La tranquilidad, la pausa hacían mella en su alma, inquieta y fiera. La mirada seguía buscando cómplices ; sus gestos eran caricias al viento. Las lunas eran las mismas, acudían a la cita, con idéntico brillo, pero menguantes o crecientes. Mensualmente lejanas, pero redondas y puntuales. Los poemas eran cada vez mejores; .después de cuarenta y tres años escribiendo, forzosamente, como el buen vino, ganaban en calidad. ¡Después de   todo mereció la pena vivir¡ Si más no, quizás algunas palabras, quedaran bajo las piedras. Como un mensaje. Y COLORÍN COLORADO... CARPE DIEM 10 Capitulo 42 Tenía el presentimiento , que esa noche iba a...

CARPE DIEM CAPITULO 49

  CAPITULO 51   A la abuela se la hacía cada vez más difícil entrar en la cocina, y encender el gas para guisar; a penas veía. Así que fue fácil imaginar la forma de cargársela. Un día que estaban solas las dos, la abuela, como de costumbre, hacia la una de la tarde, fue a la cocina para hacer la comida. Llenó la olla de agua y la puso encima del fogón, abrió el gas, fue a por las cerillas , pero no estaban en su sitio…¡¡¡busca que busca, no las encontraba,¡¡¡el gas se escapaba, por el quemador.,¡¡¡ Se olvidó que lo tenía abierto, es lo que tiene ser viejo… Preguntó a la nieta si las había visto…¡Dichosa caja¡…¿para qué coño las había cogido la niña?...es que no tiene remedio. Fernandina estaba en la calle, contemplando las palomas, arrullada por sus especiales gorgeos ligones. Había escondido las cerillas en el cajón de la mesita de noche de la abuela. Al fín las encontró, cuando llegó a la cocina, prendió la cerilla y ¡PUM¡¡¡, todo el gas concentrado explotó , se...

CARPE DIEM CAPITULO 48

  Capitulo 48 Múltiples lunas nocturnas, transcurrían por su mirada, inspirándole poemas, palabras que luego escribía… Así pasaban los días, a veces llenos, rebosantes de amor; otros , estaba sola, porque no tenía más remedio, o porque le apetecía. Esos solitarios momentos, eran especiales; y cuando más escribía, y más creativa se sentía. Y escribió: Somos gatos al sol de nuestra pesadumbre; a pesar de todo, mansos… Asomamos nuestra triste imagen, al calor ajeno, por ver si nos miran. Sonreímos a escondidas, acariciando deseos, imaginando besos; Escribiendo versos en la vaporosa ventana del olvido… Mantengo la distancia huyendo de mi piel, para que el viento se lleve la tristeza. Entonces , sopla con orgullo y esmero, oyendo mis deseos. Yo me voy muy lejos. ¡¡Redonda está mi alma, con el ritmo del piano , voltea y me rodea bailando sin piedad, suspirando deseos..¡¡¡

CARPE DIEM CAPITULO 46 BIS

  No tendría piedad, ni misericordia. El tiempo se desgranaba , como los grillos de una naranja ácida; así le gustaban a ella. Nadie se merecía su perdón. El alma desgarrada, retumbaba, igual que los tambores de guerra masai, después de la erupción del volcán. Su memoria iba desmenuzando los golpes, insultos, agravios que tuvo que soportar… Los silencios, las bocas cerradas, durante años y años. El recuerdo de su madre; soportando lo indecible, la armó de un valor y un coraje desconocidos. Los días y días, de rabia contenida, iluminaron su imaginación, forjando una actitud y personalidad, rebelde, asesina, peligrosa y sin escrúpulos. Alguien iba a pagar todas las injurias y ofensas. Probablemente ella misma. Hasta que se perdonó. Si embargo, no pudo evitar el poderoso impulso que la llevaba siempre hacia adelante. Hacía las cosas más inverosímiles, sin importarle un comino, las consecuencias, a quien se llevara por delante. Su imprudencia e impaciencia eran rasgos de su c...

CARPE DIEM CAPITULO 47 BIS

  FERNANDINA Y LOS FANTASMAS. La soledad le acompañaba. Era sábado por la mañana, bajo la ducha, oyó ruidos de golpes en la pared… Tras la cortina, aparecieron los fantasmas de la infancia, que la acompañaban y la llenaban de morbo. No eran demonios, no, eran hombre barbudos y con greñas, que la cogían y la violaban. Al principio, se resistía, luego, se dejaba llevar, abandonándose a su suerte… ¿Buena o mala?...según se mire. Al fin, el sueño se desvanece; solo es el vecino del sexto, amante del bricolaje. Como no le pega un clavo a su mujer, agujerea la pared; por cierto, parece un queso de gruyere… Fernandina, olvidó los fantasmas, y llamó a Bruno, un vecino brasileño, bien dotado , y que vive solo. La sacó de penas y miedos…¡¡¡¡

CARPE DIEM CAPITULO 47

  Capitulo 47 Cuando olía buenos machos, en el bar, o en la calle, Fernadina, se subía las faldas lo suficiente para mostrar su pantorrillas, o se desabrochaba un botón de la camisa, mostrando el escote insinuante…la líbido lunar, era una cruz que no llevaba bien; sobre todo, cuando no podía comerse nada. Decididamente, la madurez, la llevaba por mal camino.. Su poderoso instinto, fue su perdición… No dejaba escapar la menor oportunidad. La experiencia adquirida, con el paso de los años, la convirtió en una sagaz y atrevida mujer. Sabía cómo manejarse en cualquiera de las situaciones , por extrañas e inesperadas que fueran. Cuando era necesario, callaba y miraba de soslayo; en otras ocasiones, era abierta, empática y mostraba la más bella de sus sonrisas. Sabía que eso, encadilaba a hombres y mujeres. Sin embargo, pesar de sus estrategias, muchas veces , no conseguía su objetivo. Lejos de frustrarse, dejaba pasar los días ,acumulando sabiduría; y a base de versos, sacab...

CARPE DIEM CAPITULO 46

  Capítulo 45 Fernandina no era abundante en prudencia, todo lo contrario, se lanzaba presurosa sobre cualquier cosa que se moviera. Aquella noche resultaba especialmente atractiva y sugerente para ella. Una magnífica luna llena, rebotaba en el cristal de la ventana, llamándola al pecado y la lascivia. Así era ella, le encantaba caer en la tentación, en la provocación. Llamaron a su casa, dos amigas del barrio, Susana, y Tere, eran lesbianas , de unos 40 años. Se fueron a cenar las tres a un restaurante turco, que conocían, en el barrio de Grácia. Se pusieron hasta el culo de comer y beber. Salieron a tomar unas copas, en un bareto de la calle Verdi. Por suerte, hacían un partido de futbol, de esos que concentra a las multitudes, creo que el Barça- Madrid. Y el lugar estaba prácticamente vacío. Les ofrecieron fumar en pipas de agua….y bebieron unos wiskys de malta, super¡¡ Total, se pusieron como motos,,,y bailaron un rato, a ritmo de salsa¡¡¡ Empezaron a manosearse y meters...

CARPE DIEM CAPITULO 45

  Capítulo 45 Buscaba la palabra perdida, en medio de soledades y silencio. Una nube confusa y gris ocultaba el sol. No cejaba en su empeño, la encontraría…era cuestión de tiempo. Los días pasaban, sin pena ni gloria. Vivía al minuto, consumiendo las horas, en placer, escritura, lectura y curro. Las noches en vela, eran útiles para el verso. Mezclaba labios , bocas, lengua…salivaba sensaciones; recuerdos que plasmaba en el cuaderno. Anotaba cada gota de sentimiento, cada suspiro. Sobre todo las miradas y la sonrisa…como una fotografía guardada en el cajón de la mesita de noche. Ahí, donde todos los sueños, solo son estrellas; gracias al sumo cuidado de Fernandina, aún guardaban su fulgor, su luz… Los amigos flipaban…¿Cómo podía guardar tantas cosas en una cajita tan pequeña? Sólo la magia tenía la respuesta… Ella no estaba dispuesta a desvelar el secreto. ¡Ni mucho menos…¡

CARPE DIEM CAPITULO 44

  Capítulo 44 Sólo falta que la luna, se me ponga en plan gatuna. Y que le dé unos azotes, con cariño. Un monigote de feria, en el espejo me veo, y casi no me lo creo… Así escribía Fernandina, afectada como estaba, por la luna llena, que asomaba en su balcón. Regalándole sus bellos y tristes rayos. Le despertaba el instinto, medio felino, medio asesino. Menos mal que la poesía calma a las fieras. Le encantaba desnudarse por dentro y por fuera. Era una de sus actividades preferidas. El sábado, un amigo íntimo, Asur de el Cairo, que trabajaba de funcionario en la embajada de su país, la invitó a una comida de cumpleaños. La sorpresa fue, que sólo habían hombres ; cuatro, para ser exactos. Cesar, escritor y músico, Miguel, fotógrafo, y Robert, diseñador y bisexual. Todos más jóvenes que ella¡¡¡ Lejos de sentirse cohibida, pensó en las mil y una maneras de darles caña. ¡Qué oscuras razones había en Asur, para invitarla a ella …? ¿Tendría ella suficiente energía y aguan...

CARPE DIEM CAPITULO 43

  Capítulo 43 Se desescama como pez en río seco. Menuda angustia. Los putos zapatos, oprimían los pies de mala manera. Cuando se descalzó, eran pura llaga. Es lo que tiene ser presumida; masoca de los cojones. Con tal de agradarle, era capaz de los mayores sacrificios. Mortificaba la carne, los pensamientos, el hambre…todo lo que hiciera falta. El mismísimo diablo, estaba satisfecho de los éxitos obtenidos con esa muchacha .Era toda suya. Recordaba los cuentos de su niñez y le daba la vuelta , por puro placer. Caperucita, una niña sabia, mala, que disfrutaba como una loca , engañando al lobo. Le hizo creer que el bosque ardía; eso le asustó de tal manera, que huyó despavorido, se tiró al rio, olvidando que no sabía nadar, así que se ahogó. Y colorín colorado este cuento se acabó.

CARPE DIEM CAPITULO 42

  Capitulo 42 Tenía el presentimiento , que esa noche iba a ser fuerte. Iría al bar donde Leónidas es asiduo y, con escusa o sin ella, lo vería. Trabajaba en el negocio de las flores, siempre funciona.La gente muere, se casa, nace, celebra cumpleaños y, también ama. Cuando llega el día de Sant Jordi, los enamorados, regalan flores. Y los que no lo están, también. Hay de todo tipo, rosas, claveles, crisantemos, gladiolos, esterlicias, azucenas, violetas, orquídeas…etc. un sinfín. La tienda es una cueva de olores. Tiene toda clase de plantas exóticas, semillas, macetas, abono y tierra. Sólo falta que se llene de pájaros trinando, y ya tenemos una selva en medio de la ciudad. Estaba ubicada en el barrio del Eixample de Barcelona; exactamente en la calle Balmes esquina Provenza. Al lado de un hospital privado, con lo que tenía garantizada la venta, en todos los nacimientos, y defunciones…o casi. Le hacía poemas a las plantas; en las tarjetas que ponía en los ramos o centros de...

CARPE DIEM CAPITULO 41

  Capítulo 41 Leónidas, buen amigo, del que ella estaba enamorada, era escritor. Fernandina, le escribía poemas y cartas; como esta:-Tengo pendiente un hambre, se columpia deseosa por mi collar de baratija…¡- Sus zapatos sonreían, brillaban bajo la lluvia. Por dentro, envejecían, como un maleficio oculto . Ultimamente , los escritos del amigo, escaseaban, eran una declaración de intenciones ,una justificación. Sus pasos eran lentos, pero seguros. Necesitaba distancias , para objetivar y narrar historias. Otro buen colega, Luis, profesor de Literatura en la Facultad de Letras, la aconsejaba, la ayudaba con los poemas y relatos. Fernandina , agradecida le echaba unos polvos de muerte. Solo para huir de tedio y el aburrimiento. La vida que llevaban era bastante monótona, carente de sentido, a veces. Era un solterón bien conservado, con cincuenta años a cuestas; había corrido mucho mundo, y estaba de vuelta de todo, o al menos, eso decía.  

CARPE DIEM CAPITULO 40

  Capitulo 40 El temporal de Levante, le levantó las faldas y las ideas. Los pezones se pusieron duros por el frío. Empezó a escribir cual posesa, como si las olas de cuatro metros, la persiguieran. El paraguas, se le puso al revés, ella insistía…no, aún no..¡¡pero el viento poderoso y bravo, ganó la batalla. El paraguas voló, literalmente. Le dolían las manos de sujetarlo sin ningún éxito. Se puso chorreando hasta el alma. Estaba motivada, las palabras fluían como el agua, la vestían con su sonora belleza. La formas, las letras, dibujaban imágenes, emociones…el papel, temblaba al recibirlas. A Leónidas, le mueve la avidez, a ella, la ausencia y el abandono. Cualquier emoción es buena , si se sabe administrar. Necesitaba soledad, le dijo. Y solo quedó silencio. Fue una buena escusa; Fernandina se enamoraba de imposibles, iba de frustración a despojo, de tumbo en tumbo, en caída libre. A pesar de ello, insistía, como la pertinaz sequía. La rima salía sola, las lagrimas tam...

CARPE DIEM CAPITULO 39

  Capítulo 39 Lamer la tarde roja, con la pasión de una amanita faloides. Escuchar a Freud, cantando la Traviata en un bar de mala muerte, y lleno de humo. Subir los escalones de tu casa, a cuatro patas, para llegar mejor… Beberme tu mirada, indolente y sin lágrimas. Olvidarme las llaves en el coche. Olvídame si puedes, pero no me dejes¡ Así escribía Fernandina, pensando en su amor prohibido. También es cierto , pensaba, que sin amor imposible, no hay escritura, ni poemas…¡ Después de todo, era útil hasta el sarcasmo y la melancolía. Abandonándose en brazos ajenos, sin mediar palabra, ni buscar respuestas. Todo lo hacía en aras del goce, puro y duro, y si aparecen pequeñas dosis de luz, pues bienvenidas sean. Pero lo genuino y básico es la oscuridad.

CARPE DIEM CAPITULO 38

  Vista oral. Fernandina, no perdía comba. Tenía una lista de antiguos ligues, con sus teléfonos. No había tenido con ellos sexo explícito, solo magreos, calentones…. Se propuso rematar la faena. La propuso a Xu Lian, la idea , le pareció genial. Iban a compartir esos hombres, en plan menage a trois .O sea, trío; lo decían en francés, quedaba más chic. Paseando por la Rambla de Catalunya, se encontró con Xavier. Se conocieron cuando ella tenía quince años y el diecisiete. Ahora es juez. Sin mediar palabra, se cogieron de la mano y fueron al despacho de abogados, que tenía en esa calle. Era sábado por la tarde, estaba vacío. Se desnudaron en el ascensor, cuando llegaron al ático, habían consumado los preliminares; caricias , besos, arañazos, botones rotos…, la corbata ,quedó olvidada en el ascensor. Xavier dijo:-No importa tengo más-. Las prisas y el calentón, alimentan el olvido. Lo hicieron en el sillón, sobre la mesa del despacho. …Los gritos bajaban por la ventana , se...

CARPE DIEM CAPITULO 37

  Capitulo 37     Fernandina tuvo una infancia desbocada, de caballo ciego…¡ Los encuentros furtivos con el profesor de mates, se repitieron. Le encantaba, recordar sus perversos escarceos, magreos a escondidas. Lo hacían en un portal, en el lavabo del bar, en el ascensor. Les daba morbo, se excitaban un montón, por el hecho de sentirse observados. Eso del riesgo, sube la adrenalina, ellos lo sabían. De hecho era lo mejor de la relación. Ni dónde, ni cómo, ni cuando…

CARPE DIEM CAPITULO 36

  Capítulo 36 Las nubes, se han puesto el mejor disfraz del otoño, para recibirlas. Ellas, ajenas a toda esa belleza, pasean su hermosura por las calles de la ciudad. Sus ojos brillantes, interrogan a los transeúntes, buscando imposibles. La sonrisa inevitable, cuando Xu Lian , de repente, ¡chaf¡ ,pisa una mierda, de perro, claro¡¡ Grita, reniega..¡ se quita la sandalia, la intenta limpiar con un palo que había al lado de un árbol, pero nada, la mierda sigue…y sobre todo, huele, huele fatal¡¡¡¡ Se meten en el bar que hay enfrente , van al servicio, con la intención de lavarse el pié. El camarero, quiere ayudar…se ha fijado en sus pies, en su belleza¡¡ Corre a la cocina, coge detergente y un trapo, lo moja. Pide que se siente, le coge el pié y empieza a limpiarlo, con sumo cuidado. Luego lo acaricia, lo besa, lamiéndolo suavemente. Ella se estremece , lo mira con deseo, le da las gracias y le pide que no siga. Al final del trayecto, intercambian unos besos, y el número de t...

CARPE DIEM CAPITULO 35

  Capítulo 35 Xu Lian, la amiga china de Fernandina, tenía mucho en común con ella. Amaba la poesía, también tuvo una infancia dolorosa, impaciente y abandonada. Había entre ellas un cariño especial. Se conocieron en clase de inglés. Acabaron amándose, siendo confidentes . Cómplices de fechorías, en pubs, reuniones sociales, dónde, a parte de ponerse las botas, comiendo canapés y bebiendo cava, se las ingeniaban, para ligarse a personajes de la política y la cultura. Esos elementos, hartos de la vida monótona y aburrida que llevaban, quedaban prendados de la belleza y simpatía de las chicas. La madre de Xu Lian, era japonesa, y se casó con un comerciante chino. Emigraron a Barcelona, huyendo de la represión y la miseria. Los pies de Xu Lian, eran especialmente bellos, no hacían honor a los ancestros, que se los vendaban cuando nacían, con vete a saber qué funestas intenciones. Respondían a unos cánones de belleza, ligados a la represión y mutilación del cuerpo femenino. Sus la...

CARPE DIEM CAPITULO 34

  Capítulo 34 El otoño se ponía en el color de cada nube. Sus pensamientos, lejos de entristecerse, tomaban brío, eran cada vez más claros y diáfanos. Siguió escribiendo. Cambió la mesa de sitio, fuera de las fauces del agua. En un nuevo cuaderno, recogió y recopiló, recompuso los versos, creando de nuevo… Los poemas perdidos, ya eran otros. Esta vez, mucho mejores. Sus amantes varones, la enseñaron a cocinar. La verdad es que no tenía muchas artes, para esos menesteres. Se lo montaba mejor en la cama, o con la literatura. Nadie es perfecto , ya se sabe. Todo no se puede tener en esta puta vida.

CARPE DIEM CAPITULO 33

  Capítulo 33 La luna era su musa, el refugio. A ella iban sus amores, sus poemas, alegrías o tristezas. Con su pálida luz redonda, inspiraba todas las palabras, que rodaban por su cerebro, y salían raudas hacia el papel. A veces, no dormía, se levantaba a cualquier hora, llena de inquietud, agarraba un lápiz o el boli, que tenía a mano en la mesita de noche, abría el cuaderno, y escupía, rimas, infortunios, pesadillas, demonios, aciertos ,equívocos. Era un resorte mágico, acudía a ella y la tomaba, la poseía, sin que pudiera, ni quisiera hacer nada para escapar. –Solo los poetas saben de qué hablo- decía. Negros nubarrones se acercaban por el oeste, siempre que asomaban por ahí, eran presagio de una buena tormenta. Así fue, un enorme aguacero, cayó en su casa; el agua entraba por las ventanas…, no cerraban bien, así que se mojó lo que tenía en la mesa del escritorio. Todos sus manuscritos, quedaron presos del agua¡¡ Muchos de ellos se borraron. Los versos pasaron a mejor vi...

CARPE DIEM CAPITULO 32

  Capitulo 32 Así escribía ella: Recuerdas mi nombre por el sabor de los besos, y las letras, que se pegaban en el cuerpo...lleno el deseo con el hambre de las 3 de la mañana, subo las paredes de mis sueños, para golpearme con el cristal de tu ventana. Escupiendo sinsabores y billetes de un tranvía oscuro, que no llevaba a ninguna parte, sí...quizás a tus olvidos, a tus huecos...vació, vacío, vacío... Dante, bajó a los infiernos, Fernandina se quedó en el séptimo, Caronte, la llevó a la laguna Estigia…ella tenía sus miedos y sus contradicciones, como todo bicho humano. Pertenecía al grupo de los marginales, no le dolían prendas, decirlo a los cuatro vientos. La poesía, era su válvula, su droga, la perdición…¡ La concupiscencia, desbordaba como un río en muchos de sus escritos, y porque no, la rabia. Alegres otras veces, y muchas ironías que escapaban de su cerebro.